Cuando estaba pequeña, mis abuelitos me decian que un señor me dejaria mis regalos debajo de nuestro arbol de Navidad color dorado. Aun recuerdo cuanto esperaba para poner el arbolito y decorarlo con esferas rojas desde el mes de Noviembre. Para mi el arbol de Navidad era mas que eso, era mi cuenta regresiva para volver a ver a mi madre.
Ahora tengo la bendicion de tenerla cerca y poder celebrar desde cumpleaños hasta poder llevarla conmigo a "excursiones" que me invento, solo para tener los mejores recuerdo conmigo.
Con el tiempo me di cuenta que en realidad Santa Claus no existia sin embargo, nunca les dije a mis abuelitos que una vez los vi poniendo mi pianito debajo del arbol porque para ese entonces yo queria ser parte de una orquesta sinfonica.
El espiritu navideño aun lo tengo, y es ahora mas que nunca aprecio cada minuto que tengo con mi familia.
Hace unos años atras, mis hijos y yo decidimos hacer tradiciones nuevas como por ejemplo, nos vestimos en conjunto y por la mañana nos sentamos a ver peliculas navideñas mientras comemos pancakes de avena y un chocolatito caliente. Tambien contamos momentos memorables que a pesar que hemos estados juntos desde siempre, sorpresivamente mis hijos recuerdan cosas que muchas veces yo no recuerdo. Nos reimos de muchas cosas y hacemos una lista de proposito de año nuevo como familia.
En unos años, quiza las cosas cambien pero de algo si estoy segura, siempre me bastara cerrar mis ojos para recordad la primera vez que mi hijo gateo para los regalos y ver su carita de facinacion por las lucecitas navideñas o cuando mi hija desbarato el arbol navidad y me dijo que habia sido mi gata. Nunca olvidare sus sonrisas de incredibilidad cuando abren sus regalitos y la caja contiene lo que ellos tanto han deseado. Esos recuerdos y muchos mas los llevos sembrados en mi corazon y le doy gracias a Dios por ello.